Delito de difamación: Poner una denuncia por difamación

Tabla de contenidos

Hoy queremos hablar en Enfoke del delito de difamación y de la denuncia por difamación. A nivel legal, especialmente en el contexto actual de comunicación e interacción digital tan amplio, se han multiplicado en los últimos años y aumentado la preocupación en torno a las causas y motivos.

En pocas palabras, el delito de difamación se refiere a la difusión de información falsa que puede dañar la reputación de una persona. Se clasifica principalmente en injurias y calumnias, y es importante comprender sus diferencias, que expondremos a continuación.

También hablaremos de los procedimientos legales para presentar una denuncia por difamación llegado el caso.

Comprendiendo el delito de difamación

Acudimos al Código Penal, artículo 205 , para definir el delito de difamación a través de dos figuras jurídicas: la injuria y la calumnia: “Es calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad”.

Por otro lado, el Código Penal considera la injuria como “la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación…Solamente serán constitutivas de delito las injurias que, por su naturaleza, efectos y circunstancias, sean tenidas en el concepto público por graves, sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 4 del artículo 173”.

Diferencias entre injuria y calumnia

Si por las definiciones del Código Penal no quedara claro, resaltamos dos aspectos clarividentes en cuanto a la distinción entre injuria y calumnia dentro del contexto del delito por difamación:

  • Injuria: Se refiere a expresiones que atacan la dignidad o reputación de una persona sin exigir que sean falsas. Por tanto, una afirmación que se percibe como ofensiva puede constituir una injuria, incluso si es veraz.
  • Calumnia: Esta figura requiere que la acusación sea falsa. Por lo tanto, implica la imputación de un delito específico y la responsabilidad por una afirmación que el autor sabe que es incorrecta.

Ejemplos comunes de difamación

A grandes rasgos, veréis fácilmente identificables en los siguientes contextos el delito de difamanción:

  • Comentarios descalificativos en redes sociales que ponen en tela de juicio la integridad de una persona.
  • Afirmaciones falsas difundidas a través de medios de comunicación, que pueden afectar seriamente la reputación de la persona aludida.
  • Rumores malintencionados que circulan en el ámbito laboral o social, dañando la imagen de un individuo.

En el contexto empresarial, la difamación puede manifestarse a través de críticas destructivas hacia la competencia, así como por testimonios falsos que puedan influir en la percepción del público.

Hay que comprender cómo se manifiestan estos delitos en la vida cotidiana, y entonces nos daremos cuenta de la importancia de la protección del honor y la dignidad en la sociedad actual. ¿Cómo reaccionar ante este tipo de menoscabos 🤔? Teniendo un conocimiento adecuado de las posibles acciones legales disponibles para enfrentar tales agresiones hacia la reputación personal o profesional.

Aspectos legales del delito de difamación

Ya nos hemos referido antes al artículo 205 del Código Penal, pero ahora traemos a colación otros artículos de interés, como los números 208 y 209.

El artículo 208 aborda las injurias, que están enfocadas en cualquier expresión que dañe el honor o la dignidad de una persona, independientemente de que sean ciertas o falsas. El 209 establece que la difusión pública de injurias agrava la pena, especialmente si se realiza a través de medios de comunicación o plataformas digitales.

¿Y qué influencia tiene la libertad de expresión?

Ya sabemos que es un derecho fundamental protegido por la Constitución, pero, claro, este derecho no es absoluto y debe equilibrarse con el respeto al honor y la dignidad de las personas.

El Tribunal Constitucional ha establecido criterios que se deben considerar para determinar si una expresión está protegida, como la relevancia social de la información divulgada, la veracidad de la misma, y la proporcionalidad en su presentación. Lo que significa esto es que, aunque se valore la libertad de expresión, las declaraciones que atenten contra la reputación de alguien deben enfrentarse a la legislación vigente.

Denuncia por difamación: Así es el proceso

¿Cuándo interponer una denuncia por difamación 🤔? Pues es cierto que hay momentos más adecuados que otros. Siempre recomendable, en el momento de que se ha recibido información falsa que atenta contra la reputación. No hay que esperar ni un segundo a interponer la denuncia por difamación.

Si por ejemplo somos víctima de ataques personales a través de medios de comunicación, redes sociales o cualquier otro medio público, proceder a formular la denuncia. Si las declaraciones han causado un daño tangible, ya sea emocional o económico, o cuando existe un patrón sistemático de injurias o calumnias que afecta a nuestra vida profesional y personal.

Paso a paso para presentar una denuncia por difamación

Primeramente, la recolección de pruebas. Deberemos reunir todas las pruebas que sustenten la denuncia, es decir, capturas de pantalla, grabaciones y cualquier documento que aporte al caso.

Redacción de la querella

Siguiente paso a dar. La denuncia debe ser formalizada a través de una querella redactada por un abogado, y ha de incluir todos los detalles del caso, las pruebas y la identidad del demandante y demandado.

Necesitaremos representación legal experta porque es muy fácil, si no, cometer fallos en los pasos a dar, o directamente omitir o desconocer alguno de ellos, cuyas consecuencias serían lógicamente negativas para nuestros intereses.

Presentación en el juzgado

Una vez redactada, la querella se presenta en el juzgado correspondiente. Este paso debe llevarse a cabo por nuestro abogado, quien se encargará de todas las formalidades.

Si es posible, se deben identificar y aportar testigos que corroboren los hechos denunciados. Su declaración puede ser clave para el resultado del caso.

Consecuencias del delito de difamación

Bien sabemos ya que las repercusiones de un delito de difamación pueden llegar a ser significativas. Desde sanciones legales hasta efectos profundos en la vida diaria de los afectados/as.

☑️ Sanciones penales y económicas

Cuanto más grave sea la ofensa, mayores pueden ser las repercusiones legales. Cuando se determina que se ha cometido un delito de difamación, la persona responsable puede enfrentarse a diversas sanciones como:

  • Multas económicas que varían en función de la gravedad del delito y el daño causado.
  • Penas de prisión, particularmente en casos de calumnia, donde la imputación de un delito es falsa y pública.
  • Compensaciones monetarias a la víctima, que se establecen para cubrir los daños morales y la afectación a su dignidad.

☑️ Impacto en la vida personal y profesional

Casi las más temidas consecuencias son las del ámbito personal, afectivo y mental. Si, por ejemplo, sufrimos un grave daño a la reputación, entre otras consecuencias podríamos sufrir la pérdida de relaciones personales y profesionales. No sería la primera vez que lo vemos cuando se somete a una persona a la estigmatización social.

Se pierden amigos, incluso los lazos familiares se tensan, en ocasiones. Nuestro círculo social se ve menguado y así nuestra confianza y amor propio. Peligroso en muchos sentidos.

Ya si pensamos en el ámbito laboral, la persona afectada podría sufrir despidos o dificultades para encontrar empleo debido a esa mala reputación.

En definitiva, todos hemos de saber que las secuelas de una condena por difamación pueden perdurar a lo largo del tiempo. Sobre todo, si no se pide ayuda profesional si nos vemos en tal coyuntura.

Ejemplos de consecuencias reales

Aquí veis algunos ejemplos de delito de difamación reales:

  • Un empresario que, tras ser objeto de difamación en redes sociales, enfrenta la quiebra de su empresa debido a la pérdida de confianza de sus clientes.
  • Una figura pública que sufre un ataque difamatorio puede ver cómo su imagen se deteriora, afectando su carrera y futuras oportunidades laborales.
  • Un individuo acusado injustamente de un delito a través de rumores falsos experimenta dificultades en su vida personal, así como el desafío de limpiar su nombre.

Difamación en la Era Digital

Si no a la orden del día, sí diremos que en la era digital, la idea de impunidad a la hora de verter comentarios sobre otras personas está muy arraigada. Parece que hay “barra libre” para opinar sobre todo, y aunque realmente la hay, hay límites que la ley establece y que buscan acotar o impedir el delito de difamación.

Entorno de redes sociales

Es el ecosistema de donde más denuncias por difamación emergen. Un preocupante terreno propicio para la difusión de injurias y calumnias. Y es que la inmediatez y el alcance de estas plataformas exacerban el riesgo de daños a la reputación personal y profesional, como vemos casi todos los días.

A pesar de las buenas intenciones, hasta ahora falta todavía un marco regulatorio europeo consensuado para luchar contra la difamación y la vulneración de los derechos fundamentales de las personas. En tal disyuntiva, las afirmaciones dañinas sin consecuencias inmediatas siguen produciéndose diariamente.

No es fácil, eso lo sabemos. La dificultad para identificar la fuente original de una afirmación difamatoria está ahí, y el detener un bulo, una calumnia o injuria, harto difícil cuando la información puede ser compartida ampliamente antes de que se pueda desmentir.

denuncia por difamacion

Protocolos de reacción ante difamación

A pesar de todo ello, aún podemos protegernos ante una difamación, aunque sea mínimamente, actuando con celeridad cuando se produce. Establecer un protocolo de respuesta que esté bien ideado y planificado.

Por ejemplo, recopilando pruebas, tales como capturas de pantalla y enlaces, que respalden la afirmación de difamación. Otra opción que puede ser válida es intentar la resolución de la controversia de forma amistosa (llámese conciliación), aunque no todo el mundo se siente con fuerzas para una comunicación directa con el presunto difamador (aunque ayude a prevenir escaladas innecesarias).

Si no, siempre consultar a un abogado especializado en delitos de difamación para definir el mejor enfoque y determinar si se procede ante el juzgado.

Conclusiones

Es evidente que la dificultad en la legislación en el ámbito digital es la mayor traba actual en la prevención del delito de difamación. El anonimato de algunos usuarios en Internet complica la identificación del responsable de la difamación y, claro, la percepción cambiante sobre la libertad de expresión versus la protección del honor, sigue generando tensiones y un vacío legal que nos afecta a todos /as, víctimas y perpetradores.

No por ello se debe dejar de luchar contra ella, y lo vemos en el número creciente de denuncias que se presentan. Si nos toca interponer una denuncia por difamación, deberemos presentarla ante un Juzgado de Instrucción o ante las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, como la Policía o la Guardia Civil.

En Enfoke os asesoramos si estás en una situación de vulneración de vuestro derecho al honor por calumnias o injurias. Contactad con el equipo a través de cualquiera de las siguientes vías.

📞 662 247 648

📧 [email protected]

Imagen de Enfoke
Enfoke
Comparte:

Te ofrecemos un presupuesto a medida

Servicio a presupuestar: